‘LOS DE AHÍ’
VIERNES, 13 DE DICIEMBRE, 20:00
SABADO, 14 DE DICIEMBRE, 20:00
TEATRO PALACIO VALDÉS
ESTRENO ABSOLUTO
Autoría y dirección: Claudio Tolcachir
Con Malena Gutiérrez, Nuria Herrero, Gerardo Otero, Nourdin Batán y Fer Fraga
En un pequeño universo invisible, unos seres que despliegan torpemente sus historias trabajan como repartidores distribuyendo envíos cuyo contenido ignoran y desconociendo quién los manda y en qué país viven.
Sinopsis
Un páramo apenas alejado de la urbe. Una ciudad extranjera. La máquina emplazada en el monte, una especie de taquilla inteligente organiza los pedidos. Los de ahí: Nuno, Munir, Dani y Eduardo esperan la señal, el sonido que les anuncia su próximo destino. La dirección del envío aparece en el mapa de sus teléfonos entre palabras ajenas y desconocidas. Recogen el paquete, se montan en la bicicleta y entregan el pedido. Adivinando un poco el recorrido. Ignorando del todo lo que se transporta. Y luego, otra vez al punto de partida. Hasta que la máquina emplazada en el monte vuelva a dar la señal. Invisibles a esa ciudad inabarcable que espera sus servicios, ellos tejen la vida, se organizan, se cuidan, desconfían. El silencio del paraje se puebla de bicicletas que caen, de sus voces llegadas de diferentes rincones del mundo. El ruido vital que resiste al vacío. Convivencia obligada que se transforma en lugar de pertenencia. En red social. En referente.
Mirja, una joven mujer oriunda del lugar se acerca al sitio. Su historia está atada irremediablemente a Nuno, uno de los repartidores. Trae con ella algo de lo que se intuye de aquella ciudad extraña.
Y entre todos ellos ronda Susan. Superviviente profesional. Inclasificablemente genuina. Vital por filosofía y convicción. Deseando desear para sentirse viva.
La máquina emplazada en el monte organiza la rutina. Los agrupa, los ordena. Un equilibrio frágil de cuerpos intentando ser. Invisibles en el silencio. Ruidosos. Llenos de vida.
Una obra en la que la vida aparece recordando lo humano, con la sencillez de unos personajes embebidos de su trabajo, que podría ser el de cualquiera, repartidores que entregan paquetes en sus bicicletas ignorando qué llevan, en un páramo apenas alejado de la urbe en un país extranjero. Son "Los de ahí", Nuno, Muir, Dani y Eduardo, junto a ellos Mirja, mujer oriunda del lugar y atada a Nuno, y entre todos ronda Susan, superviviente y por ello, o a pesar de ello, vital e inclasificable.
Se entrecruzan en un equilibrio frágil, junto a la máquina inteligente que organiza los pedidos y lanza los destinos a sus teléfonos entre palabras ajenas y desconocidas.
Dice Tolcachir que esta obra "es un pequeño universo invisible, lleno de vida. Seres ignorados, de los que normalmente no recordaríamos rostro ni nombre, despliegan torpemente sus historias mientras reparten envíos. Sin saber quién los manda, ignorando el contenido, desconociendo el idioma del país en el que viven".
Y reflexiona: "El teatro siempre tuvo en mi vida la capacidad de recordarme lo humano. Para bien y para mal. Alguna vez me hizo sentir menos monstruoso, me convidó a aceptarme personalmente como diferente. Otras veces removió mi estrechez, me obligó a ponerme en lugares incómodos. A intentar comprender lo compleja que es la vida. Derribar prejuicios y preceptos instantáneos. El teatro como espejo deformado que nos obliga a ver como por primera vez. A escuchar como por primera vez".
"Los de ahí" es una coproducción del Centro Dramático Nacional, Producciones Teatrales Contemporáneas, Teatro Picadero y Timbre 4. Con iluminación de Juan Gómez Cornejo, escenografía y vestuario de Lau Quiroga Paul, espacio sonoro de Sandra Vicente y con María García de Oteyza como ayudante de dirección.